sexta-feira, abril 04, 2008

Espejito, espejito


Espejito, espejito, dime quién soy el día de hoy.


De madrugada una... después de mediodía otra... de madrugada la formal, la que trabaja... por la tarde (para despistar) la profesora seria que no usa maquillaje.


Espejo de la suerte, muéstrame el camino.



Bajo el sol de la ciudad transito entre desconocidos, oclulta bajo unas gafas oscuras... cuando la madrugada llega tomo las gafas nuevamente para esconderme de fantasmas.


Espejo transparente, admírame.


Una mujer en dos... dos en una mujer... sueños que van... duplicidades que vienen... te miro, me (ad) miras... me quieres, te (ad) quiero... eres translúcido, soy (trans-casi) lúcida.


Espejo de la vida, dame más alegría.


Encuentro en mi reflejo una sana sonrisa, una doble mujer, una boca que canta, unos labios que besan. Mil sueños que revuelan entre la madrugada y mediodía. Sonisas, carcajadas. Este es un buen espejo.


Espejo de la muerte, no me reflejes.


Quiero morir un día ( un día muy, muy lejano) en el espejo azul del mar... sin reflejos, sin vanidades ni recelos; lejos de toda sosobra y angustias reprimidas.

2 comentários:

Ego... disse...

A veces somos muchos y otras veces nadie. A veces nuestro espejo nos insulta y otras nos da la vida y nos regala un fascinante mundo de color que somos nosotros mismos. Pero otras ocasiones no refleja nada. En esos momentos no somos más que lo que quieran recordarnos.
Pero mientras aun haya reflejos hemos de procurar reflejar lo mejor de nosotros mismos. Que se nos vea claros y limpios, bellos y puros. Que nos vean así, pero, sobre todo, que nos veamos nosotros mismos.
Un saludo

Anônimo disse...

espejito, espejito
dime que lo que quiero
no es tan malo