Ayer llovió... ayer me mojé y no importa, esa saudade meláncolica que producen los cielos grises ya no me asusta. Al contrario, me invita a seducirme en tu mirada; a asirte entre mis brazos. Un canto, un rincón y lluvia para dos. Barato y seductor, nada mejor que una tarde lluviosa y un par de brazos para ofrecer calor.
Lluvia y más lluvia y yo resfriada. ¿y eso importa? no lo creo.
Canción
clap, clap
cae la lluvia
y como aplausos
se desploman los nubarrones
en en suelo
una gota, dos gotas
y la música surge
de las piedras
de los pasos veloces
y del azul
que no es cielo
sino lluvia.
La poesía que acaban de leer, es una cancioncita que escribí cuando tenía unos 17 años, creo que todavía vale la pena compartirla.
Besos y buenas lluvias.
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