domingo, maio 06, 2007

Cuidándome, cuidándonos...


Cuando la Muerte toca a la puerta no es triste saber que alguien se va, lo verdaderamente triste es no poder decirle "Te quiero" "Que te vaya bien" "Te llevo en mi alma"... estar lejos es triste; porque la Muerte, bien lo decía Sabines, "es inevitable como el nacimiento"


Entonces junto mis manos en forma de oración, pero olvidé cómo hacerlo, salgo, miro la tierra seca y pienso en la mujer que hace años predijo tu llegada a mi vida, una mujer que ahora muere, una mujer con la que conviví poco tiempo y que sin embargo me enseñó a desifrar el significado de mis sueños. Ella que con sus manos curaba, que con su boca pronunciaba palabras de lenguas que jamás había estudiado. Ella, mi abuela se va... y no es tan malo, está cansada, pero no pude decirle nada, ni siquiera gracias por haberme dado una excelente madre. Sé que me visitará en sueños y seguirá pendiente, cuidándome, cuidándonos.

Um comentário:

Antonio Mundaca disse...

ahora eres rosita?:O