Havaianas

"Ay, si esas havaianas (sandalias) hablaran", pensé cuando vi que mi madre se las ponía para darse un baño. Y eso me pasa con cada cosa, si mi bolsa, mis lentes y mi cepillo hablaran, contarían cosas que nadie sabe; historias de viajes, de pies cansados y de añejas caricias. El otro día mi madre me dijo que dejara de hablar, que no había cambiado ni un poquito desde niña, que siempre preguntaba cosas y no para todo existía una respuesta. Y hoy tengo tantas preguntas... y tantas cosas que decir y siento que los problemas del mundo son más grandes que los míos, así que tengo que esperar. Poco falta para sonreir y poco para volver al trabajo. Esperáme que ya voy, espera que hay historias que mis havaianas no cuentan, pero yo si.