terça-feira, fevereiro 13, 2007

"A sede de ti..."




Me bebí el azul de tu boca y ahora no puedo respirar muy bien. Hace mucho que no siento sed, esa sed que apunta a un desgastamiento de la lengua, no siento sed de agua (aqui tendría que parar para pensar si todavía siento sed de vivir... pero será en otra ocasión) Lo que sé es que se siente la sed de ti, la sed de tus silencios. Quiero devolverte tu azul, pero me lo tragué y está causándome indigestión, como cuando te comes las palabras, las emociones o las sensaciones. Y duelen los intestinos y duele tu boca lejana y no tengo ultramar por que ya me lo comí; es necesario que sepas que el azul ultramar no se da en los árboles, ni en los tréboles de cuatro hojas.




El azul ultramar vuela, es parecido al azul de tu boca, se esfuma, desaparece, huye y a veces busca con su mirada breves instantes que pasan suavemente. Rara vez ese tu azul decide posarse el la mirada de mi boca y entonces esos breves instantes pasan suavemente y después se esfuman como el ultramar que vuela vuela vuela...






"A sede de ti prosegue..."


(Marisa Monte)


3 comentários:

Anônimo disse...

Cuántas sorpresas día a día.
Penetro en tu poesía y no tengo más que agradecerte.
Cómo alguien que sufre también, me dejas un poco de viento. Abre mis poros y son gotas las que percibo. Como la pequeña brisa dejada de un naugragio.
Y digo, vean a la poeta, y la gente sólo quiere chingar en la ciudad de los pibes sin karma.

DC disse...

Lindo, Cris. :) Beijo! P.S.: Depois você me conta como foi seu 14... ;)

Fernando Brandão disse...

ops...Cris...que sede que me deu...eita, esses peixinhos navegando por tantas águas...e essas declarações, só quem não tem espírito para não saber do que se trata!!!
Beijo grande.
fbs