sábado, fevereiro 09, 2008

De cielos y malas noticias



Cuando estés mal, cuando estés solo
Cuando ya estés cansado de llorar
No te olvides de mí
Porque sé que te puedo estimular.

Cuando me mires a los ojos
Y mi mirada esté en otro lugar
No te acerques a mí
Porque sé que te puedo lastimar.
(C. García)



Cuando el cielo de mi esfera cambia algo no anda bien. Salí de la terapia contenta por encontrar al fin la paz interna y el medicamento adecuado. Llena de energía regresé a casa a espera de poder continuar con la lectura de Murakami que tan atrapada me tiene. Mamá estaba preocupada, R tuvo un accidente de carro después de haber sufrido una de sus crisis... lamentablemente no podemos hacer mucho... minutos después recibí una llamada de larga distancia; la abuela está mal de nuevo. Hace casi un año estuvo a punto de morir, se recuperó solamente para ver morir hace dos meses a la más joven de sus hijas.

Amo a la abuela y justo hoy por la mañana antes de dejar la cama recordaba la canción que don Nicanor, el abuelo, le cantaba con amor: "Negra, Negra consentida, Negra de mi vida..." La abuela trabajó mucho al lado de su esposo músico. Doña Josefa Figarola y don Nicanor Torres hacían pan para ayudarse con los gastos. El sueldo de músico saxofonista y tropetista jamás les alcanzó para sustentar una familia de nueve hijos.

Hoy veo llorar a mi madre y a mi padre; mis hermanos también lloran. Jamás había visto llorar a todos. Y yo no puedo llorar. Alguien aquí tiene que guardar las lágrimas para cuando esté sola. Malditos cielos grises y soleados que sólo me traen malas noticias.

¿Cuándo el cielo me dará buenas noticias? Es cierto que las malas noticias ya no me efectan como antes, sin embargo no deja de dolerme. La muerte de la abuela es cuestión de tiempo y los accidentes de R pararán cuando decida dejar de conducir.

Estoy triste, sumergida en una tristeza amarga que extrañamente no me ocasiona depresión. Mantenerme fuerte es mi objetivo y las lágrimas ya no me asustan.

Um comentário:

DC disse...

Força, minha amiga, força sempre!