segunda-feira, maio 12, 2008

Bom gosto!

Eu não gosto de bom gosto

Eu não gosto de bom senso

Eu não gosto dos bons modos

Não gosto


Martes al mediodía, día aparentemente tranquilo... mi fuego del labio se infla y está a punto de reventar (es herpes, sólo que nos gustan tanto los eufemismos que mejor le decimos fuego) no me salía uno desde que tuve fiebre cuando visité Rio de Janeiro en 2005, siempre me salen con la fiebre. No puedo pensar en otra cosa que en mi fuego quemador y un dolor abdominal raro (ya veré con el ginecólogo eso) En ese momento recibo un mail que dice más o menos así: "debido a la inauguración oficial de nuestra empresa y a la visita de las autoridades de nuestro municipio, se solicita a todos los empleados que asintan el dia de mañana vestidos formalmente" ja ja ja suelto una carcajada y pienso: "si mi trabajo depende de la apariencia, estoy frita." Caramba vengo a atender llamadas en portugués y para eso los tacones y los vestidos no me sirven.


Eu aguento até rigores

Eu não tenho pena dos traídos

Eu hospedo infratores e banidos

Eu respeito conveniências

Eu não ligo pra conchavos

Eu suporto aparências

Eu não gosto de maus tratos


Fue así que transcurrió la mañana de ese martes, después fui al gym como siempre y más tarde a casa, tomé un baño y dormí, sólo desperté hasta el dia siguiente y ni siquiera tenía ropa planchada, mucho menos formal. Decidí ir como siempre, y al llegar al trabajo todos estaban vestidos como meseros, ja ja ja, y las chicas con medias, con este calor seguro sus piernas estaban pidiendo auxilio. Y yo aguantándome la risa, ja ja ja.


Mas o que eu não gosto é do bom gosto

Eu não gosto de bom senso

Eu não gosto dos bons modos

Não gosto


Por la tarde me fui caminando, quería disfrutar del sol y cantar bajo la sombra de los pocos árboles que hay en la avenida López Mateos. Derrepente un niño me sonrió y me sentí querida... alguien me sonrie sin pensar siquiera en que estoy con tenis y toda despeinada. Y la gente en mi trabajo que añora las vacaciones para ir a gastarlo todo a San Francisco, " para todo lo demás existe mastercard" dicen... y yo que no uso tarjetas de crédito. Me sentí bien con esa sonrisa, leve invitación a ver las cosas de una forma más natural.


Eu aguento até os modernos

E seus segundos cadernos

Eu aguento até os caretas

E suas verdades perfeitas

o que eu não gosto é de bom gosto...


Hace tres semanas que doy clase de portugués a dos niños que son hermanos, su padre siempre está con ellos en la sala. Me desespero, me río, me calmo, gritan, canto... y al final acaban aprendiendo. A veces pienso que debí quedarme sólo dando clases, sin embargo necesito dinero y eso no siempre se tiene dando clases. No sé hasta dónde he de aguantar, hasta qué punto mi simpatía ayudará a no hacer malas caras cuando me digan que mi ropa y mi maquillaje no son formales. Ja ja ja, me dan ganas de reirme más...


Eu aguento até os estetas

Eu não julgo a competência

Eu não ligo para etiqueta

Eu aplaudo rebeldias

Eu respeito tiranias

E compreendo piedades

Eu não condeno mentiras

Eu não condeno vaidades

o que eu não gosto é do bom gosto...


Ya pasó casi una semana del trágico accidente de la ropa formal y el maquillaje perfecto, mis labios continuan heridos, no me preocupa mucho, después de todo no tengo a quien besar... por el momento... Insisto en gustar de lo que realmente nos hace saber que estamos vivos: el hambre, la muerte, el dolor, ese dolor que reclama atención; los sueños no cumplidos, la angustia que desespera, las distancias que nosotros mismos ponemos, los muros que nos separan, los deseos que no se ocultan, lo saboteos que nos hacemos... eso y otras muchas cosas es en lo que pretendo ocupar mi tiempo libre y no en buscar ropa formal y maquillaje de línea.


Eu gosto dos que têm fome

Dos que morrem de vontade

Dos que secam de desejo

Dos que ardem...

Um comentário:

AsiSoyYo disse...

apariencias... lo siento pero me encanta ir en deportivas y chandal. Aunque es verdad, que hay momentos en los que necesitamos aparentar y actuar... es lo que hay. Un saludo