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Abre al fin la realidad

Las cosas buenas siempre se acaban, las cosas malas siempre se acaban. Nos conocimos por casualidad y hoy nos desconocemos por necesidad.



Es sin duda el día más inútil de mi vida en estos últimos meses. No me callo nada, pero este blog por aquí quedará... en espera de nuevos tiempos, de nuevas alegrías y nuevas lluvias que laven los dolores.



Estas páginas guardan un poco de amabilidad, amor, odio y sentimientos encontrados. Escondo tras las imágenes absurdas mucho de lo que fue Cris, de lo que vivió; pero muchas cosas tienen que cortarse, acabarse y simplemente no hay explicación, no hay nada que salve el día, nada que regrese el tiempo. El pastel nos hizo daño.



Cris se va, como siempre ella decide que es mejor irse con su música a otra parte, con sus sueños a otros cielos, con sus ojos a otras pupilas... que es difícil??? sí, claro las desspedidas siempre duelen y las que son para siempre más. Hoy muere mi hermano, mi mejor amigo, mi página de sueños; hoy muere mi blog junto con un deseo insaciable se continuar escribiendo, pero para alguien más y en otro espacio. Quien me leyó sabe que podrá encontrarme en otro blog, en otro space o aquí mismo, cuando mi vida tenga más historias para contar. Por ahora Cris abraza al mundo, así sola como siempre, pero ya fuera de engaños o sosobra. Que hay alguien más??? no sabemos, la sinceridad es algo que se busca, pero a veces no se encuentra y queremos volar con alas grandes, aunque se rompan y nos partamos la cara una y otra vez... y buscas a ese alguien más, el repuesto de tinta para seguir contando historias a la media noche.

Habrá más historias citadinas, sueños de otros que tal vez aquí cuente, pero no sé hasta cuándo se dé ese tiempo.


Abre un mundo ante tus pies, abre todo si querés... (Fito)



Si no soy para mí ¿Quién lo es? y si soy para mí ¿Qué soy? Rabino Hillel Siglo I a c.

Dame la vida

Dame la vida

Abre la puerta loco

y siéntate a la mesa,

desayunemos flores

pan tostado y café.

Abre la boca y escupe mariposas

que yo quiero probarlas.

Cierra los ojos loco

soñemos juntos

nuestra historia en la cama.

Cierra la vida loco

en una esquina de tu mano

y dámela a guardar.

Mi poesía es antigua y habla mucho de lo que hoy me pasa. Digamos que eso que escribí hace años fue una especie de premoción que hoy estoy viviendo. Si contara ahora que muchas veces lo que escribo o lo que sueño ocurre meses o años después, creo que nadie lo creería. Me juzgarían de loca o pensaría que lo hago para llamar la atención. Pero siempre pasa y seguirá pasando. Lo ideal aquí sería escribir cosas positivas con la gente que quiero y así mi vida sería más alegre, por lo menos cuando ese "Déjà vu" se sintieran y quién sabe hasta mi depresión sería menor.

Por ahora seguiré colocando aquí las cosas viejas que hoy se repiten.

Tic, tac

Canción del tiempo

Tic, tac, tic, tac

reza el reloj

tres suspiros que callan.

Tic, tac, tic, tac

grita el reloj

el árbol de mece y llora.

Tic, tac

duerme el reloj

el tiempo se calla, mi día se muere.

Uno de tantos (pasado)

Una música de flores

tocó a la puerta.

Lluvia de estrellas

sonoras, serenata

cromática:

Tu voz.

Risible vuelo de

Papalotes:

Tus ojos.

Eterna danza

de olas:

Tus manos.

Juego de niños,

canto de ciudad,

cuerpo frágil.

Flores secas

callan sus silencios.

Puerta cerrada.

Una sombra emerge

del vientre de este cielo.

Todos a dormir

tú:

A soñar.

Pseudónimos

Aquí el poema de una niña sola que se hacía llamar Losangela Stradivarius para que no detectaran su verdadera y triste identidad. Esa niña fue también Caliope, la musa de la poesía, un día le pareció interesante ser un personaje de Borges y se hizo llamar Emma Zunz y hoy es simplemente ELA. Una Ela que se duele por dentro y pretende ser fuerte ante los adióses y finge con risitas esporádicas. Una Ela que a cada paso se aleja y se acerca de lo que ama y que ha hallado en el sufrimiento la forma más sutil de exprimir sus emociones. Ela ya no es una niña de 15 años que escribe para pasar los días, ahora son los días que pasan a escribir por ella. Ela siente, sí todavía siente y no quiere separarse, no desea salir de aquí todavía. La seducen los caminos sinuosos en las montañas y los ríos que van al mar, le hace ilusión su jaula de nubes que de vez en cuando abre pasa soltar un ave muerta. Y también escribe y sueña. Suele hablar mucho o quedarse callada durante días o meses. Desaparece, se escapa; sin embargo su alma que no tiene sandalias, la vuelve siempre a casa.

Ela, Ela, Ela... en una foto triste después de tantas metamorfosis y con una poesía que ya no recuerdo muy bien cómo va ni tampoco porqué le dieron un premio.

Doña Soledad

La señora Soledad se ha postrado

en la misma mesa que no como.

Me cuenta que últimamente ha buscado compañía

yo me quedo callada y miro la silla

vacía del frente.

Me gusta estar aquí sola

pero cuando llega doña Soledad

me pongo triste de verla vieja y acabada.

(...así seguía... ya no recuerdo...)

...ella prefiere irse a otra mesa

donde haya comida y café...

Y hoy de nuevo se va y me deja sola, más sola que en aquellos tiempos de libertad.

La imagen que salva el día (foto real)

Día triste... mañana sin sol...tarde sin amor... y justo cuando Ela se dispone a jalar el gatillo de su revólver mental aparece en el cielo la imagen que rescata la vida por lo menos por ese día.

Es uno de esos días en que Ela no tiene palabras en la lengua, porque está como congelada. Es uno de esos días en los que Ela oye el despertador tocar y no quiere levantarse, dormir la salva.

Igual se levanta, acude al trabajo y espera inútilmente a que el día termine y termina como siempre, así como empezó.

Y aquí está la foto que salva el día... y ella sonríe y se siente abstraída, alucinada con un cielo que se extiende para abrazarla.