segunda-feira, dezembro 04, 2006

De llanto y sensibilidad


Lloro porque siento, porque pienso, porque vivo, porque existo. Lloro por que soy sensible y no quiero ocultarlo, lloro porque mi sueño es inalcanzable, a pesar de dormir a mi lado. Lloro porque llorar es más fácil que golpear, porque de algún modo me siento liberada. Lloro porque me gusta que me abracen. Lloro poque soy una infinita lluvia, no tormenta, pero sí una lluvia "chipi-chipi" que para y luego continua, para y continua. Sé que no soy la moda, que llorar no está "in"... y la pregunta es: ¿por qué debo seguir las reglas de una sociedad indiferente ante la sensibilidad? Me gusta pensar que mis lágrimas reflejan la alegría y la trsiteza al mismo tiempo. Soy un ser diminuto con una enorme sobra que no habla, pero siente; que no dice, pero sueña. Soy yo ante el mundo y ante ti que no percibes ni la mínima brizna del sentimiento contenido en una lágrima. Finalmente lloro porque mi llanto es el descanso de mi alma y de los caminos que no llevan a ninguna parte después de ser andados.

En otras palabras: A veces mi llanto es la alegría de otros, pero cuando ellos lloran yo no consigo estar alegre y lloro también. ¡Qué complicada es la vida del sensible! Ah!!! si tan sólo hubiera una medicina que insensibilizara... pero no y todavía no hay quien pueda inventarla.

Um comentário:

nicolececilia disse...

llorar limpia. yo también ando tan llorona en estos días.