quarta-feira, dezembro 03, 2008

Mariposas y aviones de papel

Las horas muertas en el trabajo pueden llegar a ser verdaderamente eternas. Estamos en el mes de diciembre, para algunos aumenta el trabajo, para mí ha disminuido. He agarrado el ocio desde que comienza mi horario de trabajo hasta practicamente la hora de salir. Así que para no estar viendo al infinito y a falta de un libro, decidí comenzar a aprender papiroflexia, origami o como mejor les vega en gana. Ayer comencé y lo primero que hice fue una mariposa. No me quedó tan bonita como la de la imagen que se mostraba en Internet, pero la terminé y la colgué sobre mi calendario, como si sus pequeñas alas le llevaran poco a poco los breves días que nos quedan del año.

Hoy continué hice un sombreo samurai... muy chistoso... y mariposas de menor tamaño. muy chiquitas y monas ellas. Mientras las hacía conversaba a larga distancia con alguien que ha llegado a ser parte especial en mi entorno. También recordé la historia de Luis Pescetti, Pajaritas. Todo porque las malditas grullas no lograron salirme bien y claro, también porque es una historia de amor!!! (suspiro medio fingido, pero al fin suspiro)

Al acercarse el medio día recibí una linda sorpresa. Un avión, el más bonito que jamás haya visto... ¿quién lo hizo? hummm... digamos que mi conversación a larga distancia surge efecto lentamente. ¿Saben cómo es eso de crear necesidades en el otro? Pues bien, yo no lo sé, sin embargo siento que de pronto hay alguien por ahí que a los poquitos está necesitándome. Y eso es muy, muy lindo. Sólo eso, lindo, lindo, lindo; sin más adorno que la mariposa que dejé en el monitor de su computadora antes de irme a casa.

Um comentário:

DC disse...

:)
Lindo, Cris.
Beijo!