sábado, outubro 24, 2009

Se llamaba Norma y murió un día después de que la conocí de un tipo de cáncer raro que los doctores no pudieron detectar a tiempo. Salí del hospital llorando a pesar de haberla visto una única vez. No fue mi amiga, no la traté, no supe cómo era y lloré porque ella tenía miedo a morir, mientras por esos días lo que más deseaba yo era borrarme por lo menos de lo que veía en el espejo. Quince días después estaba yo en cama y el diagnóstico no era muy alentador: dengue clásico y pensé que moriría de lo mal que me sentía. Salí viva y estoy aquí para contarlo y para gritar que no quiero morir, porque a pesar de tener una vida tan rara y complicada quiero seguir aquí, deseo que me vean sonreír y de vez en cuando quiero llorar a solas, quiero reconfortar a quién me necesite y que alguien, aunque sea uno solo me reconforte.