"Separarse de la especie por algo superior, no es soberbia es amor"
Gustavo Cerati
Porque los adioses duelen y saben a cielos sin estrellas, porque las despedidas y las ausencias duelen hasta los huesos, porque sueño sola y sola despierto... por eso hoy escribo. Escribo para despidir a un año que de dio, me quitó, me amó, me abandonó y para recibir a uno que con certeza me traerá penas y dolores, pero también alegrías y muchos cielos con lunas.
Hoy desperté con ganas de dormir tres días sin parar, no por tirsteza, sí por cansacio, por dolor, es como si una pesada carga en mis hombros me invitara a quedarme recostada en mi cama. Supongo que son las penas y dolores de este año que se aferran aquedarse en mí. Puede ser el apego "Shenpa" de que hablan los budistas. Tengo que aprender a dejar ir y venir las cosas, los momentos, los cambios.
¿Triste? No, melacólica sí, nostálgica, con SAUDADE diría yo. Dice Pessoa, mi poeta favorito: " Pedras no caminho? Guardo todas, um dia vou fazer um castelo" y yo también voy guardando pieditras para mi castillo que esta vez no será de arena ni en el aire, porque como dice Gustavo Cerati "Vendrá un nuevo amanecer" y dice también "poder decir adiós es crecer" y quiero compartir el video de su canción "Adiós" con el que me identifiqué mucho hoy... el detalle del origami casi me saca lágrimas, jijiji! Separarse duele, pero al fin y al cabo "no es soberbia es amor..."
(Para poder ver el video tienes que parar el reproductor de música)